Sí yo, la desaparecida.

Caminas con paso firme por un suelo inestable, un suelo que vacila con caerse en cualquier momento. Ves como se forman grietas conforme avanzas, pero tú sigues andando. No te importa, hace tiempo que dejó de importarte. Andas y andas, hasta que lo ves. Ves por fin aquello por lo que tanto has luchado. Echas a correr con desesperación, deseando alcanzarlo lo antes posible, pero parece que conforme más te acercas, más lejos está aquello que anhelas. Sin embargo, sigues corriendo detrás de aquello, hasta que las piernas te fallan y caes al suelo.

Inútilmente, intentas levantarte, pero es imposible. Todas tus fuerzas te han abandonado. Sólo puedes hacer una cosa; gritar, gritar con fuerza, como si no supieras hacer otra cosa. Y tal vez, esa luz aparezca y te guíe.

~¿Cómo estáis? Sí, sé que estoy desaparecidísima pero es que no saco tiempo para escribir en serio. Aunque os prometo que este fin de semana habrá capítulo doble. De momento os tendréis que conformar con este textito sacado de mi cabeza y esperar, pero sólo quedan dos días...
Y bueno chicas, no me enrollo más. Muchas gracias y buenas noches.