Capítulo 32 ~> Olvidar.

Las lágrimas ya habían inundado mis ojos cuando llegué a la calle, pero no me importó. Seguí corriendo, hasta que me tropecé y caí de lleno al suelo. ¿Qué acababa de pasar? Estábamos felices, en el sofá compartiendo un rato juntos, y todo se había estropeado de pronto. Cerré los ojos y respiré hondo. Me levanté como pude, sacudiéndome el pantalón con las manos y eché a andar de vuelta a casa. Caminé unos 20 minutos hasta que pasé por una casa familiar y me detuve. Lo medité un momento, pero al final me decidí y llamé. El propio Sergio me abrió la puerta, aunque estaba claro que no se lo esperaba.

Sergio: ¡Marina! (Dijo algo sorprendido.)
Yo: Hola. (Dije intentando sonreír.)
Sergio: ¿Qué…? Espera, ¿qué te ha pasado? ¿Estabas llorando? (Me preguntó preocupado.)
Yo: No, no es nada.
Sergio: Espera.

Entró dentro y volvió con una sudadera y unas llaves. Cerró la puerta y se acercó a mí.

Sergio: ¿Qué te ha pasado? ¿Ha sido el idiota de tu novio? Como haya sido él, juro que le devuelvo el puñetazo…

Le miré fijamente, pero no respondí.

Sergio: Comprendo. (Dijo acercándose más a mí, y abriendo los brazos.) Ven aquí.

Le abracé con fuerza, mientras lloraba desesperadamente. Él esperó a que me calmara y cuando me hube recuperado nos sentamos en un banco y le relaté toda nuestra historia, desde la noche que nos conocimos hasta esa tarde.

Sergio: ¿Y te dejó marchar? (Preguntó él perplejo, cuando terminé de hablar.)

Asentí con la cabeza.

Sergio: Pero, ¿has hablado con él?
Yo: No. Ni siquiera me ha llamado…
Sergio: No, si cuando digo yo que es imbécil tengo razón…

Sonreí, como pude.

Sergio: Mira Marina, yo sé que te gusta, pero ¿de veras crees que vale la pena?
Yo: Pues no lo sé. A veces creo que sí y lo veo todo muy bonito, pero en otras ocasiones, no lo tengo tan claro.

Sergio me miró a los ojos.

Sergio: Yo creo que esto es grande para él, y por eso actúa así. Sabes que ese tío no me cae muy bien, pero creo que te quiere, aunque a veces no lo muestre de la mejor forma posible.
Yo: ¿Tú crees?
Sergio: Sí, pero eso no significa que crea que debas volver con él. En mi opinión deberías hablar con él y dejarle claro cómo son las cosas. Y si no las acepta, adiós.
Yo: Es que yo le quiero.
Sergio: Me lo creo, pero debes tener claro que sólo puedes estar con una persona que te quiera igual que tú a ella, si no tú serás quien más va perder. (Añadió muy serio.)
Yo: Lo sé, y sé que no debería quererle tanto, pero no puedo hacer otra cosa.
Sergio: Sí que hay otra cosa que puedes hacer.

Le miré desconcertada y él sonrió.

Sergio: Dile todo lo que me estás diciendo a mí y dale una última oportunidad… Si vuelve a demostrarte que no te merece, déjale y búscate a otro que sí que te valore tal y como eres.
Yo: Claro, como si fuera tan fácil.
Sergio: Es tan fácil. Si sabes lo que quieres. (Dijo sonriendo encantadoramente.)
Yo: Eso es lo que pasa, que no sé lo que quiero. Sé que le quiero a él, y eso lo tengo claro, pero no sé si él también quiere lo mismo…
Sergio: Pues pregúntaselo.
Yo: ¿Qué se lo pregunte?

Asintió con una sonrisa, que me hizo sonreír a mí también.

Yo: Lo haré. (Añadí.)
Sergio: Me alegro.
Yo: Me gusta hablar contigo, ¿sabes?
Sergio: A mí también contigo.

Le miré fijamente a los ojos, mientras ambos sonreíamos.

Yo: Tienes unos ojos espectaculares.
Sergio: No son para tanto. (Dijo algo avergonzado.) Tú tampoco tienes queja, tus ojos son preciosos.
Yo: Sólo son azules.
Sergio: Sólo dice. (Respondió sonriendo.)
Sonreí a su vez.

Yo: Debería volver a casa. (Dije levantándome.)
Sergio: Sí, está de noche.
Yo: Bueno, nos vemos. (Dije mientras me despedía con la mano.)

Me giré y empecé a andar.

Sergio: Espera.

Me giré.                    

Sergio: Te acompaño.
Yo: No hace falta.
Sergio: ¿Qué pasa, tu novio no hace estas cosas? (Dijo sonriendo.)

Le miré.

Sergio: Eso pasa porque no tiene los ojos verdes.
Yo: No, eso pasa porque no es un idiota. (Le dije sonriendo.)
Sergio: ¿Eso crees, que soy un idiota? (Dijo acercándose.)

No respondí. Estaba a unos 20 centímetros de mí y me miraba fijamente, mientras yo respiraba entrecortadamente. ¿Qué estaba haciendo y por qué me ponía tan nerviosa?

Yo: Sí, eso creo. (Dije alejándome de él.)
Sergio: Lo suponía. (Dijo sonriendo.)
Yo: Suponías bien.

Seguimos andando en silencio.

Sergio: ¿Sabes ya qué canción vas a bailar en el concurso?
Yo: Pues ahora que lo pienso no. Pero no creo que vaya a participar.
Sergio: Sí que vas a participar. Y vas a ganar.
Yo: No puedo ganar. No puedo competir contra Lissa Harris.
Sergio: Puedes Marina, puedes. ¿Cuándo vas a darte cuenta? Puede que sea muy popular, muy rubia y muy guapa, pero tú no tienes nada que envidiarle.
Yo: ¿No?
Sergio: No. Y te lo digo muy en serio. No porque seas mi mejor amiga ni nada de eso… (Dijo sonriendo.)
Yo: ¿Soy tu mejor amiga? (Pregunté interesada.)
Sergio: Lo eres.

Me reí y aparté la cabeza.

Sergio: ¿Qué?
Yo: Nada, es solo que tú también eres mi mejor amigo. (Dije mirándolo fijamente a los ojos.)
Sergio: Eso no puedo creérmelo.
Yo: Pues créetelo.
Sergio: Joder…
Yo: ¿Qué pasa?
Sergio: Que no sé qué haría sin ti, en serio.
Yo: ¿Sin mí? (Le dije pensativa.) Yo creo que no tendrías a nadie a quien darle clases de mates.
Sergio: ¿Sólo eso?
Yo: Básicamente. (Añadí sonriendo.)

Él me devolvió la sonrisa.

Sergio: Bueno, ¿qué vas a hacer con el imbécil ese al que llamas novio?
Yo: No lo sé. A veces pienso que él no es para mí.
Sergio: Tal vez no lo sea y tú te estés equivocando, convenciéndote de que sí que lo es.
Yo: Puede, pero es que no suelo ser una chica que llame mucho la atención, los chicos no suelen fijarse en mí.
Sergio: ¿Y tú qué sabes si llamas o no la atención?

Le miré confundida.

Sergio: Sí, que a ver… No te voy a repetir lo preciosa que eres, pero no tienes que gustarle a un chico sólo por eso. ¿Comprendes?
Yo: Sí, pero todos los chicos os fijáis en eso.
Sergio: Todos no. (Respondió mirándome fijamente.)
Yo: Bueno, menos tú. Pero tú no te vas a fijar en mí, ni yo en ti, así que…

Espera. ¿No me iba yo a fijar en Sergio? No. O sí… No. Es mi mejor amigo. Aunque era muy atractivo. ¿Pero qué estaba diciendo? Sergio era guapo, sí, con esos ojazos verdes que tenía… Pero, a lo que iba, que no podía ni siquiera planteármelo. Era el chico perfecto, era alto, rubio, de ojos verdes, con una sonrisa encantadora, y una personalidad abrumadora, pero era mi amigo ante todo. Mi amigo.

Sergio: No, tú no te fijarías en mí, teniendo al guaperas de Álex. (Dijo sacándome de mis extraños pensamientos.)
Yo: No digas eso. No tienes nada que envidiarle a Álex.
Sergio: ¿Ah no?
Yo: No. Él debería tenerte envidia a ti, no tú a él.
Sergio: ¿Y qué me hace a mí mejor que él, si puede saberse? (Preguntó interesado.)
Yo: Pues no sé… Eres rubio, tienes unos ojazos verdes impresionantes, y te preocupas por mí, cosa que él no hace.
Sergio: A ver Marina, le quieres… ¿Por qué no eres como todas las demás chicas que defienden a sus amados hasta la muerte, hagan lo que hagan?
Yo: No lo sé, pero no puedo defenderle. No tiene escusa para hacer lo que hace.
Sergio: Supongo…
Yo: De todas maneras no merezco otra cosa.
Sergio: Pero, ¿tú eres tonta?
Yo: No. (Dije sonriendo.)

Sonrió, luego bajó la cabeza y noté que quería decir algo, pero finalmente cerró la boca y permaneció 
callado.

Yo: Di. (Dije mirándole.)
Sergio: ¿Cómo sabes que quería decir algo?
Yo: Te conozco más de lo que crees. Dime. (Dije intrigada.)
Sergio: Creo que te infravaloras demasiado, pequeña.
Yo: ¿Qué me infravaloro? ¿Qué quieres decir?
Sergio: Eso, que no confías en ti, que te crees menos que los demás cuando son los demás los que deberían sentirse menos que tú.
Yo: Sergio… ¿Por qué me dices todas esas cosas?
Sergio: Porque es lo que pienso.

Avancé unos pasos, me acerqué a él y le abracé con fuerza. Cuando nos separamos, nuestras miradas se cruzaron y algo, una sensación indescriptible, me sacudió por dentro. Agarró cuidadosamente mi mano y yo sonreí. Él se fue acercando lentamente a mí. Me quedé paralizada. Va a besarme, va a besarme, pensé. No sabía si eso era bueno o no, no sabía si era o no lo correcto, pero en ese momento era lo que quería.

4 comentarios:

Valery dijo...

Ö a ver,a ver, marina: o sergio, o alex. no los dos!! qué fresca, la tía xD sigue escribiendo, please!! :D

Wendy. dijo...

Está un poco liada la pobre xD ¿Tú con quien te quedarías, Sergio o Álex?
Mañana subo uno nuevo...
Gracias por comentar, cielo :D

Jessica dijo...

joo.. me encanta! Ai Sergio..! jeje xD Sigue asii (L)

Wendy. dijo...

Jajajaajaja, supongo que te gusta más Sergio, ¿no? (: A mí también me gusta más, es que es muy mono.
Jaajajajajaja, gracias intentaré seguir así. (L)

Publicar un comentario