Capítulo 7. Pensamientos contradictorios.

Cuando despierto a la mañana siguiente, su lado de la cama está vacío. Bostezo con suavidad y me levanto. Bajo las escaleras y entro a la cocina. Él está de espaldas, echando leche en una taza. Without you suena inundando toda la sala. Derek se mueve al ritmo de la música mientras tararea el estribillo.
-Buenos días- digo sonriendo. Él se gira y me sonríe.
-Buenos días, Allie. ¿Cómo has dormido?- pregunta mientras se gira y sigue preparando el desayuno.
-Muy bien, ¿y tú?
-Genial- responde guiñándome un ojo-. ¿Cómo quieres la leche?
-Pues si me hicieras un café con espumo de esos que tú preparabas...- digo con inocencia.
-¿Qué me darás a cambio?
-¿Qué quieres?
-Tal vez...-esboza una sonrisa traviesa- Un beso.
-¿Un beso a cambio de un café con espuma y una cucharada de miel?- me hago la interesante y me siento en la silla cruzando las piernas- De acuerdo.
Se acerca a mí esperando recibir su beso, pero yo niego con la cabeza.
-Primero mi café- añado tras ver su mirada confusa.
Asiente con resignación y sigue preparando nuestro desayuno. Le observo en silencio, sonriendo. Aunque sigue de espaldas, sé de sobra que él también sonríe.
El sol que entra por la ventana da de golpe en su pelo cobrizo, haciendo que brille más de lo normal. Lo lleva despeinado a causa de las más de mil vueltas que da cuando duerme. Su camisa blanca está arrugada y lleva una de las mangas remangadas, dejando visible la cicatriz de su brazo. Es precioso, sigue siéndolo.
Se gira de pronto, con un vaso en cada mano y los deja sobre la mesa.
-Su desayuno, señorita- dice sonriendo.
Me levanto de la mesa, temblando como un flan y me acerco a él. Él se queda completamente quieto y yo aprieto los ojos con fuerza. Beso su mejilla y me alejo temblando aún más que antes.
Vuelvo a sentarme en la silla y con las manos temblorosas, cojo la taza de café y le doy un trago. El líquido caliente me invade por dentro y sonrío.
-Hacía tiempo que no me tomaba un café tan bueno- digo con una sonrisa.
-Hacía tiempo que no desayunaba con una chica tan preciosa- dice Derek haciendo que me sonroje y baje la cabeza. Tal vez hubiera desayunado conmigo muchas más veces si no se hubiera ido, pienso con tristeza.
Él espera a que hable, pero yo permanezco en silencio.
-Allie, di algo. Mándame a la mierda, dime todo lo que quieras decirme, insúltame o incluso pégame , pero por favor no te quedes callada.
-¿Por qué?
-Porqe entonces te estás callando cosas... Los silencios están callando por ti y no quiero que eso pase. Quiero que, como antes, me digas lo que piensas. Todo, ya sea bueno o malo.
-No puedo decirte lo que pienso porque no lo sé.
-¿Cómo puedes no saberlo?
-No es que no lo sepa, es que hay demasiados pensamientos que se contradicen entre ellos.
-¿Y qué dicen esos pensamientos?
-Que debería echarte de aquí ahora mismo, pero sin embargo no quiero hacerlo...- Ambos permanecemos en silencio durante varios minutos.
-Pues yo no tengo pensamientos contradictorios- dice Derek de pronto.
-¿Ah no?- él niega con la cabeza  y se acerca más a mí.
-No, yo solo tengo un pensamiento.
-¿Y en qué consiste?
-En estar contigo- dice en un susurro.
-La mayoría de mis pensamientos también consisten en estar contigo- digo yo en el mismo tono.
-Entonces, creo que deberíamos hacer caso a nuestros pensamientos- opina sonriendo. Yo suelto una carcajada y le miro fijamente a los ojos.
Algo aparece en mi interior. Algo que llena ese horrible vacío que hay dentro de mí y lo elimina por completo, tanto que ahora parece no haber estado nunca.
-¿Quieres ir a un sitio?
-¿Ahora?
-Sí, quiero presentarte a alguien.
-No sé, sacudo la cabeza. Él agarra mi mano y me mira a los ojos.
-Por favor- suplica.
-Bueno, por qué no- sonríe-, pero dame unos minutos para cambiarme- añado dándole un último trago a mi café y levantándome de la mesa.
-Yo voy a mi casa a cambiarme, no tardo.
-Vale.
Se gira y tras dirigirme una última mirada, sale de mi casa. Yo subo las escaleras lo más rápido que puedo y entro a mi habitación. Abro el armario y cojo algo para ponerme. Entro al baño y entorno la puerta. Me lavo la cara y me recojo el pelo en un moño. Me quito el pijama y me pongo los vaqueros. Cuando voy a ponerme la sudadera me doy cuenta de que he olvidado la camiseta interior. Abro la puerta del baño y salgo a la habitación, me acerco al armario y cojo la camiseta interior. Me giro de pronto, al oír una dulce risa. Un par de ojos marrones me observa desde la cama, con una sonrisa pintada en la cara. Caigo entonces en lo que ocurre y como un actoreflejo me tapo con las manos. He salido del baño a medio vestir, con los pantalones y el sujetador.
-Joder, ya van dos veces- dice él esbozando una sonrisa-. Voy a pensar que lo haces a posta.
-Mira, esto de entrar por la ventana, cada vez que te apetezca, se va a tener que ir acabando- digo mientras me encierro de nuevo en el baño.
Me apoyo en la puerta y suspiro, intentado relajarme. Termino de vestirme y, tras poner colorete en mis mejillas y oscurecer mis pestañas con rímel, salgo a la habitación.
-¿Nos vamos? – pregunta él, yo asiento con la cabeza.
Se levanta de la cama y sale de la habitación, pero no avanza más, se queda parado en el pasillo. Esperándome. Yo cojo las llaves y el móvil de encima de mi escritorio mientras le miro con disimulo. Lleva una chaqueta de cuero negra y unos vaqueros, su pelo sigue estando despeinado y sus ojos siguen siendo del mismo color almendrado.
Salgo de la habitación y bajo las escaleras, él me sigue sin decir nada. Cuando llegamos a la puerta de la calle, me detengo y le miro.
-Oye, tengo que estar en casa antes de las siete. Y quiero volver viva, así que nada de conducir a doscientos por hora, ¿vale?
-Vale, entonces conduciré a ciento noventa por hora.
Le dedico una sonrisa torcida y salgo por la puerta, espero a que él salga y cierro con llave.
Derek abre el cajón de la moto y saca dos cascos, me ofrece uno de ellos y él se pone el otro. Me sonríe y se monta en la moto. Yo me siento detrás de él y me aferro con fuerza a su espalda. Él da gas a la moto y el motor comienza a temblar bajo nosotros.
-No te preocupes, volverás viva a casa- dice justo antes de arrancar.
El aire me da de golpe en la cara mientras recorremos las calles a una velocidad que posiblemente ronde por los ciento treinta por hora, pero se podría decir que no me importa porque el simple hecho de ir abrazada a él y respirar su dulce aroma, hace que lo hay alrededor se desvanezca.

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Chicas, lo siento. Lo siento de veras por lo mucho que he tardado en publicar, pero es que he estado de exámenes hasta arriba y no sabía de dónde sacar tiempo. De ahora en adelante intentaré subir más de vez en cuando. Pero bueno, por el retraso, este es largo.
Muchos besos y espero que os guste.

2 comentarios:

Mónica. dijo...

Jujujujujujuj, me encantaaa Derek es super liindoo juijijijij :$ Espero que dentro de poco, vuelvan a estas juntos :)
Muchos besiitos, este capi me ha encantadoo :)

Wendy. dijo...

Jajajajaja, sí que es lindo.
Pero, tal vez no estén juntos, las cosas no son tan fáciles como parecen. Ya lo verás con el tiempo :)
Beesos.

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