La luz de dos estrellas estinguidas.


El principio del final.
Tal vez haya cambiado sin darme cuenta. No sé si para bien o para mal. Pero está claro que he cambiado.
Es posible que esa niña buena de la que te enamoraste cuando eras un crío tan pequeño e inocente como yo, se haya ido. Y nos guste o no, es probable que no vuelva. Que no vuelva nunca.
Así que perdóname, si esta carta te llega con retraso, pero hasta hoy, no había encontrado las fuerzas que necesitaba para cerrar con llave esta etapa de mi vida.
Puede que no seas capaz de comprenderme, y que estés tan perdido como yo en esta inmensidad en la que los sueños se vuelven pesadillas y los deseos resultan ser utopías inalcanzables, pero he cambiado el rumbo de mi vida. Y cambiando mi rumbo, he cambiado también el punto de destino. Ese que antes eras tú y ahora es mi felicidad.
Te preguntarás el por qué de este cambio, y me encantaría responderte, pero es una pregunta que yo misma sigo realizándome por las noches, y a la que aún no he sabido encontrar una respuesta. Prometo que cuando sea capaz de responderme a mí, te responderé a ti de todas las formas y maneras posibles.
Vale, sé que las promesas no son mi fuerte, pero prometo no prometer más cosas que no piense cumplir. Y teniendo en cuenta lo que acabo de prometer, prometo no olvidarte y espero que tú tampoco lo hagas. Porque aunque te disipes de la misma manera en la que la parte de mí a la que querías desapareció, yo siempre te recordaré como alguien a quien merece la pena recordar. Ese chico sonriente, de ojos cristalinos y sonrisa sincera que me quiso tanto el día de ayer, porque sospechaba débilmente que el día de hoy no podría hacerlo. ¿Sabes? Acertaste con tu sospecha. Supongo que te habrás dado cuenta esta mañana al despertarte solo, tan solo como al principio pero con una sensación de soledad mil veces mayor.
Sé que te echaré de menos y que me maldeciré, en numerosas ocasiones, por haberte abandonado como lo he hecho. Pero una parte de mí está convencida de que estarás bien sin mí, incluso me atrevería a decir que estarás mejor. Ya no tendrás que soportar mis cambios de humor sin motivo, ni mis llantos a altas horas de la madrugada, ni mis ganas de gritar cuando todo está en silencio. Ahora podrás leer sin nadie que se abrace a tu cuello y te pida un beso que siempre llegaba. Podrás enfadarte cuando veas por la tele un partido de fútbol. Podrás dormir tranquilamente todo el tiempo que no te he dejado dormir cuando aún estaba a tu lado. Y podrás buscar a alguien que sepa demostrarte todo lo que te quiere sin hacerte daño, alguien que cumpla sus promesas, y que te merezca más que yo.
Espero que puedas de una manera u otra comprenderme, y me creas cuando te repito que te quiero, aunque lo sabes más que de sobra. Espero también que no me odies tanto como yo me odio al imaginar tu cara al leer esto y que te acostumbres pronto a mi ausencia. Sé que lo harás, seguirás adelante. Eres fuerte. Pero ¿y yo? ¿Sabré vivir yo sin ti? Segunda pregunta cuya respuesta desconozco. 
Volverás a tener noticias mías cuando encuentre lo que estoy buscando y sepa responder todas las preguntas que, seguro, querrás realizarme. 
Te quiere, XXXX.

4 comentarios:

Eva. dijo...

"Puede que no seas capaz de comprenderme, y que estés tan perdido como yo en esta inmensidad en la que los sueños se vuelven pesadillas y los deseos resultan ser utopías inalcanzables, pero he cambiado el rumbo de mi vida."
¡Dios me encanta! Como tu biografía, por cierto.
Ah, y Parachute como música de fondo es demasiado :$
Comienzo a acosarte el blog :)

Wendy. dijo...

JAJAJAJAJA, muchas gracias.
Buah, pues no tiene tiempo mi biografía :')
Sí, es que me encanta esa canción.
No te preocupes, yo también acoso el tuyo. He leído como veinte entradas. Pero en silencio. Así que no lo cuentes... :D
No me había atrevido a comentar aún, pero lo haré.
Un beesazo muy fuerte :3

Laura. dijo...

Qué fuerte, te digo yo que escribes mejor y no naces. Vivirías en el cielo junto a Dioses despertando envidias a la gente, estilo Percy Jackson y el ladrón del rayo, pues eso. Yo creo que eres una semi-diosa o algo parecido chica, porque joder. Sin palabras. Impresionante.
Por cierto me encanta eso de "Sacado del corazón de Wendy. un día más, a eso de las 11:47" oh yes me mola, es original.
Por cierto ¡ayer me acordé de ti! no sé quien me dijo "¿Sabías que el nombre de Wendy lo inventó el de Peter Pan?" y yo ":OOO" Pues no, no lo sabía, y como no me acordé de ti, y ahora me han dado unas ganas entrañables de ponerme a ver la película.. Que cosas..
Bueno me voy ya que soy una pesada. Texto precioso, preciosa. Un besazo enorme, ojalá te pueda leer pronto(:

Anónimo dijo...

Hola. Un brindis por las épocas de cambio y el riesgo que conllevan. Me gusta. Un abrazo.

Publicar un comentario