Capítulo 41~> Pasará, antes o después.

Mi madre me esperaba en el sofá.

Mamá: ¿Dónde estabas? (Dijo secamente.)
Yo: Dando una vuelta, ya te lo he dicho. Me voy a la cama.
Mamá: ¿Sin cenar?
Yo: No tengo hambre.
Mamá: Bueno, pues buenas noches. (Dijo en el mismo tono de antes.)
Yo: Buenas noches.

Dejé las llaves sobre la mesa y me fui a mi habitación, pero cuando estaba en la puerta vi a la puerta de la habitación de mi hermana abierta y entré.

Yo: Di, ¿cómo estás?

Estaba acostada en la cama con la almohada en la cabeza. Todo estaba lleno de bolas de papel. Una canción sonaba muy suavemente a través de la cadena de música.

Diana: Regular…
Yo: ¿Qué pasa? (Pregunté mientras subía el volumen de la canción que Diana estaba escuchando.)
¿Qué canción es?
Diana: Down de Jason Walker.
Yo: Es preciosa… Diana, ¿qué te pasa? Tú no sueles escuchar música triste.
Diana: Nada, es una tontería.
Yo: Cuéntame. (Dije sonriendo mientras me sentaba en la cama.) ¿De qué se trata?
Diana: Nico.
Yo: ¿Qué ha pasado?
Diana: No sé, pero creo que ya no me gusta como antes…
Yo: Entonces, déjale.
Diana: No es tan fácil…
Yo: ¿A no?
Diana: No. Le quiero, pero creo que me gusta otra persona.
Yo: Pues primero asegúrate de que te gusta de verdad, y cuando lo sepas… Si te gusta más la otra persona, déjale.
Diana: ¿Y cómo sé si me gusta la otra persona?
¿Qué cómo lo sabes? ¿Cómo puedes saberlo, cómo puedo saberlo?

Yo: Tienes que saber lo que sientes… (Dije a modo de pregunta al tiempo que bajaba la cabeza y clavaba los ojos en una de las bolas que había esparcidas por la habitación.)
Diana: ¿Y qué pasa si no lo sé?
Cerré los ojos, y sin decir nada más me levanté de la cama, volví a mi habitación y cerré la puerta. ¿Qué pasaba si no lo sabía? ¿Si no sabía lo que sentía, ni lo había sabido nunca? ¿Se puede vivir sin conocer ni tus propios sentimientos? ¿Puedes exigirle a los demás que tengan las cosas claras cuando ni tú mismo las tienes? ¿Era normal no conocerse? Porque yo a veces me sentía como una completa desconocida…
Me puse el pijama y me metí en la cama. Intenté dormirme, pero no lo conseguí. Necesitaba oír su voz, necesitaba comprobar que él sí me quería, completa y únicamente. Desesperada, estiré la mano y agarré el móvil. Marqué su número y esperé a que contestara.

Álex: ¿Marina? (Dijo con voz soñolienta.)
Yo: ¿Te he despertado?
Álex: No, bueno sí… Pero no importa.
Yo: Siento llamar a estas horas, pero necesitaba hablar contigo.
Álex: Da igual, princesa. Dime, ¿qué ocurre?
Yo: ¿Tú me quieres? (Pregunté.)
Sergio: ¿Qué? (Dijo confundido.)
Yo: Que si me quieres...
Álex: Sabes que sí.
Yo: ¿Y lo has sabido siempre? Quiero decir, desde el principio…
Álex: Sí.
Yo: ¿Cuándo te diste cuenta?
Álex: Cuando te miré a los ojos por primera vez. (Respondió convencido.)
Yo: ¿Cuándo me miraste a los ojos? (Repetí en forma de pregunta.)
Álex: Sí, desde que te vi, corriendo por la casa de mi tío con lágrimas en los ojos y todo el rímel corrido.
Yo: ¿Cómo es posible que te llamara la atención en ese momento? Estaba horrible.
Álex: Estabas preciosa.
Yo: No puedes verme hermosa con las pintas que llevaba.
Álex: Para mí eres siempre hermosa.
Yo: No me digas esas cosas.
Álex: Marina, ¿por qué me llamas a las tres de la mañana para preguntarme si te quiero cuando conoces perfectamente mis sentimientos?
Yo: Pues… Quería oír tu voz. (Dije confesándole la dulce necesidad que era el sonido de su voz para mí.)
Álex: ¿Ah sí?

El tono de su voz mostró que estaba sonriendo.
Yo: Sí.
Álex: Y eso, ¿por qué?
Yo: La echaba de menos.
Álex: Yo también echaba de menos la tuya.
Yo: Pero tú nunca me llamas.
Álex: Te he llamado esta tarde. (Dijo alegremente.)
Yo: Pues no te he oído. Y en el parque no había nada de ruido…
Álex: ¿En qué parque?
Yo: En el que he estado esta tarde con Sergio.
Álex: Ah…

Noté como su tono de voz cambiaba y se volvía más seco. Esperé que dijera algo, pero no añadió nada. Oí como suspiraba y cerré los ojos.

Yo: Álex.
Álex: ¿Qué?
Yo: ¿Por qué te molesta tanto que esté con Sergio?
Álex: Hombre me parece que tengo mis motivos…
Yo: ¿Cómo cuales? (Pregunté.)
Álex: Que estuvieras a punto de besarle, por ejemplo. (Dijo alzando el tono de voz.)
Yo: Eso no fue sólo culpa suya. A parte él no quería besarme, no siente nada por mí.

Soltó una carcajada sonora que me hizo estremecerme.

Álex: ¿Qué no siente nada por ti? Por favor Marina, no me tomes el pelo.

No dije nada.

Álex: Está loco por ti.
Yo: Eso no es cierto.
Álex: Ese es el problema, que no eres capaz de verlo.
Yo: Porque no es verdad.
Álex: Permíteme que discrepe.
Yo: Discrepa lo que quieras, pero Sergio es mi mejor amigo.
Álex: Sergio, Sergio, Sergio… Siempre está en todas partes. A veces me pregunto qué papel tengo yo en toda esta historia.
Yo: ¿Tú? Pues no sé, eres mi novio. ¿Te parece poco papel? (Respondí enfadada.)
Álex: No, pero Marina, entiéndeme…
Yo: ¿Qué quieres que entienda?
Álex: Que me moleste que haya otro.
Yo: No hay otro.
Alex: ¿Y entonces Sergio qué?
Yo: Sergio es mi amigo. (Dije remarcando la última palabra.)
Álex: Ya… Quién sabe si no ha pasado ya.
Yo: ¿Pasado el qué?
Álex: Lo que va a pasar antes o después.
Yo: Álex, se directo.
Álex: Me dejarás por él, lo veo venir.
Yo: ¿Eso es lo que crees?
Álex: Sí.
Yo: Pues entonces puede que lo haga.

Con una lágrima recorriendo mi rostro, colgué el teléfono y lo apagué, pues sabía que volvería a llamar. Me tapé con la sábana y cerré los ojos. Poco a poco caí rendida, y entré al país de los sueños. Me desperté de pronto con el corazón encogido, mientras una lágrima recorría mi mejilla lentamente. Parpadeé con fuerza, intentado ver algo, pero todo estaba oscuro. Me dejé caer en la cama y suspiré mientras comenzaba a llorar desconsoladamente. Había sido un sueño horrible. En él se cumplían todas mis sospechas y perdía lo más bonito que tenía en el mundo, pero no iba a dejar que eso pasara, no iba a permitir que fuera más que un sueño. Miré el reloj, las seis y diez de la mañana. Decidí levantarme, ya que sabía que me iba a resultar imposible volver a dormirme. Corrí la cortina y me asomé a la ventana. Contemplé el amanecer en silencio, perdida en extraños pensamientos. Un rato después me arreglé y me fui al instituto acompañada de Diana, que me contaba cientos de cosas, que yo ni siquiera escuchaba.  

4 comentarios:

Valery dijo...

D: nooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ojalá sergio encuentre a otra chica y estas discusiones acaben de una puñetera vez :) me encanta!! escribe el prox. pronto please!! :D

Wendy. dijo...

Ojalá, aunque sería una gran pérdida jajajaja.
Me alegro de que te guste :)
Mañana si puedo subo el siguiente.
¡Un besazoo!

AE dijo...

yo opino al reves que Valery !! haber si de una vez se da cuenta de que quiere a sergio y sergio confiesa que ella le gusta y ella confiesa que el le gusta !!! jajajaja eso si Alex tambien me cae bien :) pero es qe sergio !!!! me encanta ! jajajajaja besooooooooooooooooooooss ! me a encantado y proximo pronto eeeh !!! jajajaa

Wendy. dijo...

Jajajajaja, tranquila que ya conozco tu amor por Sergio, algo pasará, pero no adelanto más, que se me la lengua.
Ahora en un rato el siguiente :)
Por cierto chicas, gracias por los comentarios (L)

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